lunes, 15 de diciembre de 2014

Educación alternativa

   La educación alternativa es un proyecto para compartir, aprender y accionar colectivamente en una comunidad. Es un desafío permanente y necesario.

   Educación alternativa o emergente -o como se le quiera llamar- es un concepto que refleja una propuesta contraria a la que tradicionalmente rige a proyectos educativos formales y oficiales; en consecuencia, su metodología debería responder a procesos que buscan mayor libertad, mayor participación y mayor involucramiento por parte de los grupos sociales de cara a sus propias encrucijadas o problemáticas. Alternativa, a la vez, porque se apropia de los mismos esfuerzos que realiza la gente para generar más conocimiento, más práctica y más construcción de su vida.

   De hecho, el concepto de educación alternativa no tiene aún una definición conceptual precisa y definitiva; más bien, se pretende que se vaya construyendo desde la experiencia práctica del proceso de acompañamiento. Sin embargo, se visualizan componentes fundamentales en él, tales como la implementación de metodologías dinámicas, la construcción de nuevas oportunidades de formación en lo técnico-vocacional y en lo lúdico-artístico-cultural, y la conformación de redes solidarias en contraposición a una educación de proyectos aislados.

   Se trata de formar educandos que se comprometan con su propio desarrollo personal y el de su comunidad; se trata de implicar necesariamente una dinámica incluyente, nunca excluyente en sentido alguno; se trata de una lógica que puede construirse tanto dentro de un contexto escolar formal como de contextos totalmente extra-escolares, así como en la combinación de ambos.

   La alternatividad consiste también en una educación orientada al aprendizaje conjunto desde, en y para la Vida (en el sentido de “calidad de vida”); no una educación orientada a obtener notas, a aprobar exámenes, a conseguir títulos…

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